Guglielmo Marconi (1874-1937), el hombre que inventó la radio
La biblioteca de la Casa de la Radio y la Televisión lleva como nombre el de Guglielmo Marconi en honor al pionero de la radio.
Marconi fue un físico, inventor y hombre de negocios italiano. Basándose en los descubrimientos de Hertz, Popov, Branly, Lodge... llevó a cabo numerosos experimentos y progresos sobre la propagación de las ondas hertzianas. Del mismo modo que Samuel Morse con el telégrafo eléctrico, él fue el indiscutible precursor de las transmisiones por radio. Marconi y Karl Ferdinand Braun fueron distinguidos con el premio Nobel de Física de 1909 « en reconocimiento de la contribución de ambos al desarrollo de la telegrafía sin hilos ». Sus primeras experiencias no tenían inicialmente un objetivo concreto: le servían simplemente para ahondar en el conocimiento de la física. Pero Marconi empezaría pronto a entrever un objetivo que podría llegar a ser factible: permitir que los hombres se pudiesen comunicar a distancia... ¡sin la intervención de cables ni hilos!
En 1887, el alemán Hertz había descubierto la posibilidad de producir y de recibir ondas electromagnéticas, que se propagan por aire a una velocidad de 300 000 km/s (la velocidad de la luz). Marconi pensó que podría utilizar las ondas electromagnéticas como vehículos de transmisión de señales, que podrían difundirse de manera instantánea a través de la atmósfera. Guglielmo se instaló en la buhardilla de "Villa Grifone", en la región italiana de Bolonia, y montó allí su laboratorio, con acumuladores, timbres de todo tipo, cables de cobre por todas partes... Fue entonces, en la primavera de 1895 (cuando sólo tenía 21 años), que podemos decir que nació la telegrafía sin hilos: sirviéndose de dos aparatoss, Marconi pudo transmitir una señal a través del espacio (los tres puntos de la letra S) ¡a una distancia de cientos de metros! La primera parte de su objetivo ya estaba en el saco.!
Llegó un momento en el que Marconi se convenció de que podía revelar públicamente su invento, y lo explicó al Gobierno italiano. La primera decepción de este joven genio le llegó de su propio país: no se tomaron en serio su descubrimiento porque no confianban en sus resultados...
Pero Marconi no se desanimó ni tiró la toalla. Con el apoyo de su madre y de algunos amigos ingleses, se fue a Inglaterra y consiguió fondos para perfeccionar sus aparatos. En 1898, consiguió transmitir señales por T. S. F (telegrafía sin hilos) entre Wimereux y un lugar de la costa inglesa que se encontraba a treinta kilómetros de distancia.
